Una compañera nos propuso el reto de cambiar su dormitorio por completo.
Lo tenía con las paredes en ocre y los muebles en madera oscura.
En el dormitorio entraba mucha luz quiso pintar las paredes en dos tonos: tres paredes blancas y una gris oscuro y tenia un cabezal que le diseñó y fabricó su propio esposo.
La invitamos a nuestro taller para que escogiera las mesitas de noche que más le gustaran de entre todas las que teníamos, y además se enamoró de un tocador estilo coqueta que sin ser del mismo estilo, jugaban a la perfección con las mesitas.
Ella buscaba para su dormitorio un ambiente afrancesado, romántico y pensamos que la mejor opción era hacerlos en un decapado suave color blanco.
Aquí tenéis unas imágenes del resultado final, esperamos que os guste!!!
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